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La visión de realidad aumentada de Magic Leap comenzó como un cómic. Y lo he leído.
El mismo arte en el vestíbulo del mostrador de facturación en la sede de Magic Leap en Fort Lauderdale es de un cómic que Andy Lanning, co-creador de la renovación de Marvel en 2008 del cómic Guardianes de la Galaxia y ahora director creativo ejecutivo de Magic Leap, escribió junto con con Rony Abovitz en 2012. Abovitz y Lanning todavía hacen viajes frecuentes a Tate’s Comics, una fantástica tienda de cómics a unos minutos de las oficinas de Magic Leap, y las ideas de Magic Leap, explican, surgieron de extrañas ideas de cómics. Incluso los auriculares con ojos saltones del Magic Leap One .
Lanning y Abovitz me dieron una copia del cómic original de Magic Leap de 2012. Lo leí en mi vuelo a casa desde la sede de Magic Leap después de mi visita en julio. Tengo el cómic ahora, sentado en el cajón de mi escritorio. Esta es la historia de cómo el cómic se relaciona con los auriculares y la visión de la empresa.
saltadores mágicos
Abovitz tiene un montón de animales de peluche de la mascota de Magic Leap, llamados Magic Leapers, que su esposa ayudó a tejer. Me muestra uno en su escritorio.
Lanning explica el cómic que hicieron: «Los niños terminan en una fábrica al estilo Willy Wonka, en la que estamos ahora…».
«Lo cual es realmente extraño», agrega Abovitz. «Era solo una fábrica de cómics, estaba dibujada, ahora estamos en ella, me asusta un poco».
Esa pequeña mascota de ojos saltones es un sustituto de los auriculares.
«No sabíamos cómo se vería el dispositivo, así que usamos el Leaper como avatar para el dispositivo», dice Lanning. ‘[The kids] recógelo, y Leaper lanza una pequeña probóscide en la cabeza del niño, y el niño ve a través de los ojos de Leaper, y luego puede percibir mundos diferentes, desbloquea mundos diferentes. Estás vislumbrando el verso mágico.
Sobre el logo Leaper de Magic Leap, «Él es nuestro pequeño personaje», dice Lanning. Es nuestro Mickey Mouse.
«Así que Leaper se transformó en el sistema, y el diseño de Gary está inspirado en esta criatura orgánica», dice Abovitz, refiriéndose a Gary Natsume, el diseñador principal de Magic Leap para su hardware ( lea más sobre Natsume aquí ). “Y si realmente buscas en la web, verás que pasamos de un Leaper de dibujos animados, trabajamos con una empresa de diseño y pasamos a un Leaper de aspecto biotecnológico. Parecía que era una criatura biológica de diseño industrial realmente bien, y la apretabas, y esta cosa salía y se pegaba a tu frente y las luces brillaban. Y de hecho lo compartimos con la gente, y si la gente decía: ‘¿Qué es Magic Leap?’ les mostraríamos esa foto. Dijimos: ‘Somos una empresa de biotecnología que trabaja en criaturas biológicas que te llevan en estos viajes mágicos’ y… la gente dejó de hacer preguntas’.
Abovitz se ríe, pareciendo totalmente sorprendido por lo absurdo de todo, también. «Mis amigos hacen cómics, y publicamos en nuestro sitio, desde el principio, este Leaper biomecatrónico que tenía una probóscide que parecía sacada de una película de Ridley Scott o algo así, y luego Google nos financió. y la gente decía: ‘¿Qué acaba de pasar?’ Queríamos contar una historia realmente divertida sin explicar lo que estábamos haciendo, y queríamos trabajar en silencio, pero con un exterior muy divertido de lo que estaba sucediendo.’
«Aquí es donde ahora nos estamos dando palmaditas en la espalda y diciendo cuán geniales somos», agrega Lanning.
«Oh, no, no teníamos idea de lo que estábamos haciendo», dice Abovitz.
‘Exactamente. Pero éramos buenos con los cómics”, dice Lanning. ‘Si miras el dispositivo ahora, la forma de las lentes[is] un hermoso eco de los ojos del saltador. Entonces, ahora estamos diciendo que eso es lo que estábamos señalando y aludiendo en el cómic. No teníamos ni idea, pero ahora podemos decir que sí, por supuesto, este fue un plan maestro maravilloso.
Abovitz nos dice: «La diferencia entre un equipo de cómics y Magic Leap es que comenzamos a diseñarlo y luego, en algún momento, ahí es donde Andy dijo: ‘Espera, ¿vas a construir las cosas en el cómic? ‘ Es como si estuvieras trabajando en Spider-Man, y entré en mi garaje con, ‘Acabo de hacer un disparador de telarañas’.
Abovitz sugirió que podría ir de excursión a Tate’s más tarde con Lanning, lo cual suena genial. (No termina sucediendo.) Pero también menciona que podría obtener una copia de ese cómic de Magic Leap difícil de encontrar.
Al final de mi largo día, recibo un mensaje en mi habitación de hotel: Me han dejado el cómic Magic Leap en la recepción.
Lo recojo, tarde en la noche, y empiezo a hojearlo. ‘Bienvenido a la Experiencia’, dice en el frente. El cómic se llama Magic Leapers, de ‘Magic Leap Studios’.
Parece imposible que este cómic viniera del pasado. En la página 1, los niños están reunidos afuera de Magic Leap Studios. El logo es el mismo que ahora. Un niño habla sobre las pistolas de rayos del Dr. Grordbort de Weta Workshop, que es casi el mismo nombre que la experiencia AR que probé en el Magic Leap One.
Pero dentro de los estudios en los que se cuelan los niños, hay una extraña fábrica de biotecnología, un mundo donde las ‘máquinas de memes’ están hechas de ‘tecnologías de cuarta dimensión y física psicodélica’. Tal como lo describen Lanning y Abovitz, hay bancos de saltadores multicolores parecidos a peces voladores, y uno extiende un tubo de succión para pegarlo a la frente de un niño, y de repente sueña con nuevos mundos.
Andy Lanning me dice que el problema que tengo es un cómic original de 2012. En aquel entonces no había HoloLens . El Oculus Rift acababa de llegar a Kickstarter. Era una época diferente, y los puntos de referencia para la realidad virtual y la realidad aumentada todavía se encontraban principalmente en la ciencia ficción salvaje.
Los Magic Leapers en el cómic, esbozados en la portada interior como parte de un «extracto del diario de campo del profesor Vernor D’lanier, 1887», parecen una especie de visión escapada de eXistenZ de Cronenberg, a través de un tema de color caramelo. parque. Sparkydog, un hombre con sombrero de ala ancha que les da a los niños un recorrido por la fábrica, tiene el mismo nombre que una banda de la que formaba parte Abovitz.
Al final del cómic, un riff de los anuncios clásicos de Sea Monkeys de mi infancia se ha convertido en un anuncio falso para ingresar al ‘Maravilloso mundo de Amazing Magic Leapers’, con un formulario de envío por correo a ‘Magic Leap Industries, 45 Leaper Lane, El Mar de la Tranquilidad, La Luna.’